La mayoría de empleados desmotivados se encuentran en la franja de edad que va desde los 36 hasta los 47 años, según un estudio de la compañía Slik, especializada en medir la satisfacción de los empleados en el ambiente laboral.
La causa de que haya tantos empleados desmotivados en esas edades, se debe, según la compañía, a la “crisis de mitad de carrera”. En esta etapa, muchos trabajadores se plantean aspectos de su vida tanto laboral como personal: metas que se vuelven inalcanzables, errores cometidos, proyectos que se completan y reemplazan sucesivamente…
Estos sentimientos o crisis existenciales también repercuten en el día a día del trabajo, así como en los indicadores de desarrollo personal, clima laboral, change management, reconocimiento o la comunicación entre los colaboradores. Así, los empleados desmotivados se concentran entre los 36 y los 47 años, y muestran un descontento mayor que en otros tramos de edad, lo que da pie a la denominada “Curva en forma de U”. Si bien esta curva comienza en la juventud, toca fondo a mediados de los 40, se recupera a medida que envejecemos.
En palabras de Paulina Robalino, Head of People Science en Slik, “el patrón se muestra claramente en indicadores como la percepción de la satisfacción con el desarrollo (oportunidades para aprender nuevas habilidades), impacto en el clima (percepción sobre un ambiente colaborativo, equitativo y agradable), change management (sensación de conocimiento para generar el cambio), reconocimiento de sus logros o la información brindada por distintos canales. Lo que para muchos se convierte en una señal de que necesita cambiar lo que está haciendo o cambiar la forma en que lo hace”.
¿Cómo lidiar con los empleados desmotivados?
Los empleados desmotivados también suponen un alto coste para sus empresas. Según Factorial, consultora de recursos humanos, pueden generar un coste extra de 3.400 euros por cada 10.000 de salario. En este contexto, intentar prevenir el problema y tomar medidas a tiempo es casi imprescindible.
De cara a paliar los efectos que los empleados desmotivados puedan provocar en la cultura organizativa de la empresa, desde Slik proponen que “un diagnóstico temprano y seguimiento continuado de los colaboradores permitiría a las organizaciones ofrecer proyectos que puedan resultar ilusionantes y motivadores para el empleado”.
Existen, no obstante, soluciones válidas para compensar la parte más desabrida de los empleados desmotivados. Una de las propuestas de Factorial es ofrecer a los empleados beneficios y planes de retribución flexible, también conocidos como ‘salario en especie’. Consiste en una compensación distinta al dinero, previamente convenida entre trabajador y empresa, que permite a los empleados beneficiarse de determinados servicios que no llegan a integrarse en el salario base.
Jordi Robert habla de los 5 tipos de productos que contempla Factorial dentro de los planes de retribución flexible: seguro médico, cheque comida, cheque guardería, cheque transporte y plan de pensiones. Al margen de los señalados, hay empresas que suman otras medidas, como la cesión temporal de una vivienda, el automóvil de empresa o el uso de parking.
En Factorial aseguran que este tipo de retribuciones hacen que los empleados se sientan más valorados y motivados reduciendo el absentismo laboral y la rotación de personal en la empresa. “De hecho, estudios confirman que los beneficios tangibles optimizan un 38,6% la productividad del empleado frente al incremento dinerario, que solo supondría una mejora del 1,4% en el rendimiento”, afirman.
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