Nadie mejor que los hermanos Joan, Josep y Jordi Roca para confirmar lo saludable que, en ocasiones, puede ser saltarse las reglas del emprendimiento. Pero, en su caso, no es una cuestión estratégica, sino más bien de intuición y honestidad a la esencia y la ilusión de la juventud que les llevó a emprender.

El Celler de Can Roca es, de todos sus negocio, es más conocido y la procedencia del 65% de los ingresos del grupo. Con una lista de espera de once meses y tres estrellas Michelin, El Celler de Can Roca ha sido considerado el mejor restaurante gastronómico del mundo durante años. 

Lejos de acomodarse, los hermanos Roca han optado por seguir creciendo, pero lo han hecho de una manera orgánica, apostando por la diversificación controlada y respetando la naturaleza del negocio matriz. Ahora, partiendo del restaurante como eje central, disponen de nuevos modelos de negocio como son la marca de helados Rocambolesc, la chocolatería Casa Cacao, el Restaurante Agora Mas Marroch o el Restaurante Normal.

Se hallan también inmersos en distintos proyectos de sostenibilidad, como El Terra endins, un proyecto agrario con el que persiguen rescatar semillas olvidadas; el Terra Animada, para recuperar el conocimiento de las plantas silvestres, o Roca Recicla, iniciativa pionera de residuo cero de El Celler de Can Roca.

Las claves ‘Roca’

La mejor manera de saber cómo han llegado hasta donde hoy se encuentran es que lo cuenten sus protagonistas. Estas son algunas de las claves de su éxito reveladas por Joan Roca, el mayor de los tres hermanos:

1.-Mejor pensar en superarte que pensar en grande

En una entrevista publicada en la revista Emprendedores en el número del pasado mes de diciembre, el director de esta publicación, Alejandro Vesga, y nuestra compañera Joana Uribe, planteaban la siguiente pregunta a los hermanos Roca: “Cuando empezasteis con 20 años, debisteis pensar a lo grande”.

La respuesta fue muy clara: “No, todo lo contrario…fue una obsesión por el oficio y por aprender…No sé si es pensar en grande, pero sí pensar en superarte, en crecer…”

2.-La ubicación no siempre es determinante

La búsqueda de un buen emplazamiento supone uno de los principales quebraderos de cabeza para aquellos emprendedores que arrancan un negocio nuevo de cara al público.  El Celler de Can Roca nació en 1986 como restaurante gastronómico en un lugar, a priori, inadecuado, un barrio a las afueras de Girona (Taialà,) colindante al establecimiento con el que sus padres regentan un negocio de comidas para personas trabajadoras. 

Aquí se mantuvieron hasta 2007, año en que se trasladaron a la dirección actual, en el número 48 de Carrer de Can Sunyer, en Girona.

3.-Foco

Aquí sí que se ciñen a los cánones del emprendimiento, pero también de una forma muy peculiar. Una vez alcanzada la popularidad y convertido en restaurante gastronómico de referencia mundial, no pararon de recibir ofertas para replicar el modelo de El Celler de Can Roca en las principales capitales del mundo. Todas fueron rechazadas al objeto de mantener la esencia y la exclusividad de un lugar único, hecho que entre otras muchas cosas, les reporta en la actualidad esa listas de espera de once meses. 

4.-Las personas en el centro, no solo el cliente

Los hermanos Roca prefieren hablar de personas en lugar de hacerlo solo de clientes. Tanto les preocupa el bienestar y la comodidad de las 85 personas que trabajan en El Celler de Can Roca, como la felicidad y satisfacción de los comensales. Para asegurar el cumplimiento de la primera parte, cuentan en plantilla con los servicios de la prestigiosa psicóloga clínica Inma Puig, experta en equipos de alto rendimiento. 

En lo que atañe a los clientes, proporcionarles una experiencia nueva cada vez que traspasan tanto las puertas de sus restaurantes como las de los negocio restantes, es una de sus obsesiones. Para conocerlos mejor y satisfacer sus expectativas llevan a cabo un minucioso análisis de los gustos a través de lo que publican en las redes.

5.-Diversificación

Ya se ha hablado de los distintos modelos de negocio que, con el paso de los años, han ido creando en torno a El Celler de Can Roca. Esta ha sido la estrategia elegida para crecer en lugar de “poner todos los huevos en el mismo cesto», además de mantener el control de todos los proyectos creados.

6.-Espíritu deportivo

A estas alturas, siguen pensando que cada día arranca con el partido perdido. Es el espíritu de superación que instauraron cuando arrancaron en un barrio de los suburbios y que creen necesario mantener para no relajarse, remontar a diario y no rebajar el nivel de autoexigencia.

Si quieres conocer más claves de éxito de los hermanos Roca y ahondar en las ya expuestas, puedes acceder al vídeo con el contenido de la entrevista a Josep Roca realizada por el Mago More con motivo de la XVII Edición de los Premios Emprendedores, donde los hermanos Roca fueron distinguidos con el Premio Emprendedor del Año.

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